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| funeraria de milán el mes pasado. |
MILAN-A medida que la curva de infección en italia se aplana y el gobierno avanza con cautela hacia la reapertura del país, más italianos alimentados por la creciente ira por miles de muertes y lo que ven como fallas de funcionarios de salud en la gestión de la crisis, buscan responsabilizar a alguien.
Algunos analista prevén una fase litigiosa a medida que las familias de las víctimas se enfurecen en los grupos de Facebook y los fiscales sopesan los cargos de homicidio por muertes en algunos hogares de ancianos. La epidemia de coronavirus en Italia fue una de las más letales del mundo, con un número oficial de más de 25.000. Y las quejas están surgiendo a medida que el gobierno lucha por levantar el cierre, lo que llama fase 2.
"La fase 3 va ser la criminalización del contagio", escribió la periodista Nicola Mirenzi en el sitio web de noticias Linkiesta. "La pandemia se convertirá en un gran juicio colectivo".
Los fiscales han comenzado a investigar si los errores cometidos por las autoridades contribuyeron o causaron los grupos más letales de Italia. Los miembros liberales del Parlamento han causado al gobierno conservador de la región de Lombardía, donde apareció el brote del país, de exacerbar el contagio. Unos 45.000 familiares de víctimas del coronavirus se han unido a "NOI Denunceremos" (" Te Denunciaremos"), un grupo de Facebook para personas que creen que no se hizo lo suficiente para salvar a sus familiares.
Los abogados han comenzado a ofrecer sus servicios a las familias de lutos en respuesta a las denuncias de errores cometidos por los trabajadores de la salud en el tratamiento de pacientes con coronavirus. El presidente de la principal asociación de médicos de Italia han denunciados las campañas de Marketing.
Pero muchos Italianos buscan responsabilizar a las autoridades por lo que llaman negligencias y la falta de tratamiento oportuno, muchos dijeron que habían presenciado.
Laura Capelli, una oficinista de 48 años, dijo que los médicos en un pueblo cerca de Bérgamo, el área de Italia más afectada por el coronavirus, le avian dicho que habían decidido sedar a su tío por que seguía arañando la máscara. Murio horas despues.
Pero cuando otro médico del Hospital Ponte San Pietro le dijo que la decisión de sedar a su tío había sido motivada por la necesidad de dejar espacio para pacientes más jóvenes, la Sra. Capelli se unió a NOI Denunceremos.
"Tengo la impresión de que están tratando de silenciar todo", dijo Capelli el jueves. "Ahora es un momento de dolor común, pero para el futuro, quiero justicia".
Agregó que en este punto no sabia a quien demandar.
Diego Federico, de 35 años, dijo que su madre tenía el coronavirus y murió el 25 de marzo después de que los médicos en un hospital en Treviglio, cerca de Milán, decidieron no intubarla. Su padre que nunca ingresó en una unidad de cuidados intensivos, había muerto cuatro días antes.
Federici dijo que se había unido al grupo de Facebook NOI Denunceremos, y agregó que no podía aceptar que dos personas sanas murieran en cuatro días.
"Nadie me devolverá a mis padres", dijo "pero si alguien hizo algo mal, deberían pagarlo".
Luca Fusco, el fundador del grupo de Facebook, inicialmente publicó su dirección de correo electrónico para que los miembros enviaran sus historias de forma anónima, pero decenas de miembros pronto comenzaron a publicar su testimonio todos los días. Los autores no acusan directamente a los trabajadores de la salud de malversación.
A medida de que las dolorosas historias se acumulan en Facebook, las autoridades judiciales comenzaron a buscar a alguien a quien culpar. Los funcionarios comenzaron una investigación sobre lo que llaman una "epidemia involuntaria" en un hospital en Alzano, cerca de Bérgamo, donde el virus se propagó a través de las salas médicas.
Maria Cristina Rota, fiscal de Bérgamo dijo a la agencia de noticias Ansa que un grupo de fiscales "se encargaría de todas las investigaciones sobre la epidemia en el área de Bergamo".
También están considerando cargos de homicidio involuntario contra los directores de casas de retiro donde murieron cientos de residentes y donde pudo haberse ocultado el número total de muertos.
