El número de muertes en ecuador es 15 veces mayor que su recuento oficial de muertes por el coronavirus, destacando el daño que el virus puede causar en los países en desarrollo.
QUITO, Ecuador- Con cuerpor abandonados en las aceras, desplomados en sillas de ruedas, embalados en ataudes de carton y apilados por cientos en la morgue, está claro que ecuador ha sido devastado por el coronavirus.
Pero la epidemia es aún peor de lo que muchas personas en el país se dan cuenta.
El número de muertos en Ecuador durante el brote fue 15 veces mayor que el número oficial de muertes por el COVID-19 reportadas por el gobierno.
Los números sugieren que el país sudamericanos está sufriendo unos de los peores brotes del mundo.
Las cifras proporcionan una clara indicación del daño que el virus puede causar a los países en desarrollo, donde puede abrumar rápidamente los sistemas de atencion médica e incluso la capacidad del gobierno de llevar las cuentas de cuántas personas están cayendo a la enfermedad.
"Habían personas muriendo en las puertas de nuestras clínicas y no teníamos formas de ayudarla", dijo Marcelo Castillo, jefe de una unidad de cuidados intensivos en un hospital privado. "Madres esposos, pidiendo con lágrimas por una cama, porque "ustedes son médicos y tienen que ayudarnos".
Una cantidad asombrosa de personas. 7.600 más este año, murieron en Ecuador del 1 de Marzo al 15 de Abril que el promedio en los últimos años.
Este aumento contrasta con la cantidad de muertes que el gobierno ha atribuido oficialmente al coronavirus: 503 personas antes del 15 de abril.
Los datos de mortalidad en en medio de una pandemia son inexactos y podrían cambiar. Las muertes adicionales incluyen las de COVID-19, así como por otras causas, incluidas las personas que no pueden ser tratadas en hospitales inundados con pacientes con coronavirus.
Pero los datos apuntan a un enorme aumento repentino de muertes. Tres veces el número habitual de personas murió en Ecuador durante las dos primeras semanas de abril. Cuando el número de personas enfermas alcanzó un pico, un aumento extraordinario que supera los aumentos observados en datos similares de España y Reino Unido.
El Asediado Gobierno de Ecuador.
Que también está lidiando con su peor crisis económica en décadas, reconoció al comienzo del brote que sus cifras oficiales de mortalidad no alcanzaron la realidad.
"Sabemos que el número de infecciones como el número de muerte se están quedando cortos", dijo el presidente de Ecuador, Lenin Moreno, en un discurso público el 2 de abril. "La realidad siempre supera el número de pruebas y la velocidad de atención", servicios médicos, dijo.
Ha habido un aumento de infecciones en la provincia que incluye la capital comercial de Ecuador, Guayaquil, donde se creen que los residentes trajeron el virus a casa después de visitar España.
En Guayaquil, las muertes en las dos primeras semana de abril fueron ocho veces más alta de lo habitual. Indican los datos, a un aumento mucho mayor que el de la ciudad de Nueva York, donde las muertes fueron cuatro veces más altas en las últimas semanas.
A las pocas semana de haberse identificado el primer caso en Guayaquil, los hospitales se desbordaron y los sistemas de entierro colapsaron ante una demanda abrumadora, dejando cadáveres apilados en las calles y empujando a las familias a enterrar sus seres queridos en ataúdes hechos de cartón.
Si bien las imágenes conmocionaron América Latina y el mundo, la verdadera escala de la crisis se ha visto oscurecida en gran medida por la capacidad limitada del gobierno para determinar quién tiene el virus, una situación exacerbada por la escasez mundial de pruebas y otros materiales, dijo Cynthia Viteri, alcalde de Guayaquil.
"Nunca sabremos cual es el número real, porque no hay pruebas". dijo Viteri.
A principios de abril el gobierno creó un grupo de trabajo para hacer frente a la escalada precipitada en la cantidad de cadáveres que necesitaban atención en Guayaquil.
En el pico de la crisis, el equipo recolectó y autorizó el entierro de cinco veces más cuerpos de los que normalmente estarían enterrados en la ciudad en un día determinado.
La ola de muertes es más inquietante por ser imposible de explicar. No hay una razón obvia para que Ecuador para que Ecuador esté más devastado que otros países. Su población es realmente joven, y la mayoría de las personas viven en áreas rurales, ambos factores que deberían reducir el riesgo, dijo Jenny Garcias, una demografía que estudia América Latina en el Instituto Nacional de Estudios Demográficos en Francia.
Ese misterio se refleja en las consecuencias desiguales de la pandemia en todo el mundo, generando preguntas que nadie a podido responder. ¿ Algunos lugares tienen suerte? ¿ Factores legales desconocidos conducen a diferencias dramáticas?
